¡Hola! Soy Diana, pero a partir de ahora por aquí me conoceréis como ¡la
cukinovia!
Cuando me puse a pensar de qué os podía
hablar en este primer post, me dí cuenta de que lo mejor era empezar por el
principio de los principios, ¿y cuál es? Pues LA PEDIDA DE MANO.
Lo reconozco, yo desde pequeña, gracias a
Disney (cuánto daño nos ha hecho), era de las que soñaba con cómo sería el
momento en el que mi príncipe azul me pidiera que me casara con él. Muchas como
yo os lo imaginaréis como un momento romántico, especial y mágico. Me lo
imaginaba lleno de luces, fuegos artificiales, flores... vale sí, era un poco
extravagante, peeeeero futuros cukinovios del mundo, lo siento, he de deciros
que si vuestra pareja es de las que le va este rollito, os han puesto el listón
muuuuuy alto con esta pedida.
Pincha aquí
Jpelirrojo... ahora todos los novios del
mundo te odian xD.
Por otro lado, puede que seas de las
chicas a las que no les guste algo tan "discreto" y que para ti lo
más especial sea un momento íntimo, sencillo, personal y que sólo os necesitéis
el uno al otro y nada más (algo así fue mi pedida, pero eso ya os lo contaré
en otro post). Una pedida tipo así...
Otra opción es hacer algo divertido y en la que participen amigos o familiares. De esta manera, todos comienzan a implicarse en la boda desde el principio. Algo como esto:
Pero, existe otra modalidad de pedidas,
son las que podemos llamar "originales" y en las que no importa el
lugar:
Ni el modo:
Ni la ortografía:
Vale, no estoy segura de si estos tipos de pedidas eran lo que de
pequeña te imaginabas, pero de lo que sí estoy segura es de que, sean como sean,
están hechas con todo el amor y el cariño del mundo.
Y para terminar este post, quería incluir una pedida de mano muy especial para mí, ya que se trata de la pedida de mi pequeña florecilla que me ha cedido el vídeo de ese gran momento que ocurrió hace un añito en nada menos que en el Empire State de Nueva York. Se suponía que su cuñado les iba a sacar una fotografía con las preciosas vistas, cuando este cukinovio se arrodilló ante ella. Era enero, y estaban a -12º de temperatura, pero eso no le impidió darle este pedazo de sorpresa.
Y tú, ¿cómo sueñas tu pedida?
Soy de las que piensan que no importa el cómo, sino el porqué. Por eso todas y cada una de las pedidas que hemos leído arriba, ¡me parecen lo más! Me declaro fan número uno de las pedidas y no puedo parar de ver vídeos, fotos o leer sobre ellas. Yo, como Diana, llevaba desde pequeña soñando cómo sería y cuando llegó el momento, superó todo lo que siempre soñé.
Yo también soy una novia corrompida por Disney, pero es verdad que cuando llega el momento, sea como os lo imaginábais o totalmente distinto, los fuegos artificiales aparecen por doquier, las mariposas no dejan de revolotear en el estómago y es un momento súper mágico.
¡¡Vivan las pedidas de mano!!
Adoro las pedidas de mano, me encanta ver cómo los novios buscan ser originales y ¡montar cosas maravillosas! Adoro el vídeo de Jpelirrojo (cariño si me lo quieres volver a pedir, no me importa que sea así), pero creo que para cada una de nosotras su pedida es un momento súper especial en el que te inundan un montón de sentimientos y miles de mariposas revolotean por tu estómago. Porque lo importante es que el amor de tu vida te está pidiendo algo muy especial, ¡¡¡¡estar juntos para siempre!!!!. ¡Ah! y no veo muy claro lo del anillo en la hamburguesa.
Coincido con muchas de las chicas, ese momento tan especial da igual si no es como tú te lo imaginaste toda tu vida, lo que importa es lo que está sucediendo, porque me parece increíble que en un universo lleno de personas, encuentres a tu alma gemela, con quien compartir el resto de vuestras vidas y todo lo que eso conlleva. ¡Es genial! Así que no importa cómo se lo pidas, pero ¡¡pídeselo!!
La verdad es que nunca había pensado como sería ese momento, me encantan las típicas comedias románticas hollywoodienses de Jennifer Anniston o Ashton Kutcher y me emocino siempre con los finales, pero no podía imaginar cómo sería la mía. Aunque realmente da igual, siempre superará la realidad a la ficción, con los nervios que se pasan no te acuerdas de ninguna de esas escenas!!!
Pedida sí o sí. Yo lo tenía claro, ¡¡sin pedida no había boda!! Pero, sinceramente, nunca me había imaginado ese momento. Ahora sólo puedo decir que fue uno de los momentos más mágicos de mi vida. Así que chicos... animaos, que como dice mi compañera Marta, de la boda de MA, no importa el cómo, sino el ¡¡PORQUÉ!!
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